Últimamente pienso mucho en hacer balance de mi vida y esas cosas que te planteas cuando cambias de década, y he pensado que si hay algo de lo que me sienta realmente orgullosa es de haber conseguido aceptarme tal y como soy como mujer. Creo que es algo que ha ido pasando sobre todo durante los últimos años. Me siento cada vez mas cómoda en cualquier situación, y cuando no lo estoy, también me siento cada vez mas cómoda para escapar y no perder el tiempo haciendo ver que soy otra persona. Me siento cada vez mas cómoda conmigo misma y no necesito la aceptación de nadie, y me siento cada vez mas cómoda haciendo saber que no la necesito. Creo que esto es madurar, y sobre todo es difícil para las mujeres. Cuando leo libros de temática feminista a veces tengo que parar y pasar a otra cosa porque empiezo a reprochar todo lo que veo alrededor que no me gusta, como que te llamen "guapa", o que te digan "que guapa estás" o que te digan "estás mas guapa con el pelo mas largo", o "estás mas guapa cuando no te arreglas", o "estarías mas guapa si te arreglases mas". Me asquea todo ese rollo de que a las mujeres se nos pueda hacer comentarios acerca del físico constantemente y me asquea que no sea políticamente correcto rebelarse porque te llamarán paranoica. Me asquea cuando veo en las noticias que parece que las mujeres no existimos, son muy pocas las que llegan al poder y, cuando llegan, se las juzga por su ropa, su maquillaje, su corte de pelo, sus tacones o sus no tacones.
John Berger, Modos de ver:
John Berger, Modos de ver:
Los hombres miran a las mujeres. Las
mujeres se miran mientras las miran. Esto determina no solo la
mayoría de relaciones entre hombres y mujeres, sino también la
relación entre las mujeres entre si. El observador que la mujer lleva
dentro es masculino, y la observada es femenina. Así la mujer se
convierte en objeto, en concreto en objeto visual, es decir, en
imagen.
Isabelle Fortier, prostituta y filósofa:
Casi todos los clientes de Isabelle
Fortier están casados y son padres de familia. Muchos tienen una hija
de la misma edad que ella. La joven filósofa les pregunta por este
tema y sus respuestas la enfurecen. “Cuando me cuentan con
expresión triste que no querrían que su hija se dedicara a este
oficio, que jamas de los jamases querrían que fiera puta, porque no
es algo de lo que sentirse orgulloso, como dirían si no se callaran
siempre en ese punto, habría que arrancarles los ojos, partirles los
huesos, como podrían partírmelos a mi de un momento a otros, pero
¿quien te has creído que soy?, soy la hija de un padre, como
cualquier padre, ¿y que haces en esta habitación, lanzándome esperma
en la cara, cuando no querrías que se lo hicieran a tu hija, cuando
delante de ella sueltas tu sucio discurso de hombre de negocios?
A los mismos hombres, académicos o
diputados, a los que no les parecería normal que nada mas conocerlos
les dieran un beso en lugar de estrecharles la mano, les parece
normal, con la excusa de que lo han pagado, sodomizar a una mujer a la
que acaban de conocer, o eyacular en su cara o pedirle que les
azote.