viernes, 12 de noviembre de 2021

Algo que contar

Sigo en el tercer piso con ascensor en una ciudad cualquiera. 

Noviembre es cada vez mas frío y no me he contagiado de Covid, pero tengo cistitis y es un dolor como de regla. Tomo paracetamol y tengo las manos frías.

Sueño durante el día un sueño que tuve por la noche en el que salías tú. 



domingo, 17 de abril de 2016

Los 29

Últimamente pienso mucho en hacer balance de mi vida y esas cosas que te planteas cuando cambias de década, y he pensado que si hay algo de lo que me sienta realmente orgullosa es de haber conseguido aceptarme tal y como soy como mujer. Creo que es algo que ha ido pasando sobre todo durante los últimos años. Me siento cada vez mas cómoda en cualquier situación, y cuando no lo estoy, también me siento cada vez mas cómoda para escapar y no perder el tiempo haciendo ver que soy otra persona. Me siento cada vez mas cómoda conmigo misma y no necesito la aceptación de nadie, y me siento cada vez mas cómoda haciendo saber que no la necesito. Creo que esto es madurar, y sobre todo es difícil para las mujeres. Cuando leo libros de temática feminista a veces tengo que parar y pasar a otra cosa porque empiezo a reprochar todo lo que veo alrededor que no me gusta, como que te llamen "guapa", o que te digan "que guapa estás" o que te digan "estás mas guapa con el pelo mas largo", o "estás mas guapa cuando no te arreglas", o "estarías mas guapa si te arreglases mas". Me asquea todo ese rollo de que a las mujeres se nos pueda hacer comentarios acerca del físico constantemente y me asquea que no sea políticamente correcto rebelarse porque te llamarán paranoica. Me asquea cuando veo en las noticias que parece que las mujeres no existimos, son muy pocas las que llegan al poder y, cuando llegan, se las juzga por su ropa, su maquillaje, su corte de pelo, sus tacones o sus no tacones.

John Berger, Modos de ver:
Los hombres miran a las mujeres. Las mujeres se miran mientras las miran. Esto determina no solo la mayoría de relaciones entre hombres y mujeres, sino también la relación entre las mujeres entre si. El observador que la mujer lleva dentro es masculino, y la observada es femenina. Así la mujer se convierte en objeto, en concreto en objeto visual, es decir, en imagen.

Isabelle Fortier, prostituta y filósofa:

Casi todos los clientes de Isabelle Fortier están casados y son padres de familia. Muchos tienen una hija de la misma edad que ella. La joven filósofa les pregunta por este tema y sus respuestas la enfurecen. “Cuando me cuentan con expresión triste que no querrían que su hija se dedicara a este oficio, que jamas de los jamases querrían que fiera puta, porque no es algo de lo que sentirse orgulloso, como dirían si no se callaran siempre en ese punto, habría que arrancarles los ojos, partirles los huesos, como podrían partírmelos a mi de un momento a otros, pero ¿quien te has creído que soy?, soy la hija de un padre, como cualquier padre, ¿y que haces en esta habitación, lanzándome esperma en la cara, cuando no querrías que se lo hicieran a tu hija, cuando delante de ella sueltas tu sucio discurso de hombre de negocios?

A los mismos hombres, académicos o diputados, a los que no les parecería normal que nada mas conocerlos les dieran un beso en lugar de estrecharles la mano, les parece normal, con la excusa de que lo han pagado, sodomizar a una mujer a la que acaban de conocer, o eyacular en su cara o pedirle que les azote.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Día típico

08:00 am: Suena el despertador del móvil
08:01-08:30 am: Miras tus mensajes de Whatsapp, ayer te escribieron muy tarde pero preferiste no leerlo para que no apareciera el triple check. Miras las fotos nuevas de Instagram y las actualizaciones de Facebook y Twitter.
08:31 am: Vas al baño a mear y te lavas la cara con agua fría. Tienes los ojos hinchados.
08:32 am: En la cocina, te tomas un Omeoprazol con agua, bebiendo de la botella a morro. Usas la misma botella desde hace un año y tiene cercos de suciedad en las espirales del tapón. A veces piensas en cambiarla, pero en el fondo te da igual.
08:34 am: Te pones los pantalones del chandal y un abrigo encima de la parte de arriba del pijama. Unos calcetines y los playeros, y sales con el perro a que mee.
08:55 am: Vuelves a casa a desayunar. Un café largo de café y corto de leche que siempre calientas mucho en el microondas y acaba saliéndose de la taza y manchando el plato del microondas. El plato del microondas está sucio. A veces piensas en limpiarlo, pero en el fondo te da igual. Echas avena en copos en el café. Le pones el desayuno al perro. Sigues en chandal y desayunas de pie en la cocina. Llenas de agua la taza y la dejas en el fregadero. Te tomas un Nolotil porque últimamente te duele mucho la espalda. Bebes un sorbo de jarabe para la tos porque últimamente te pica la garganta.
09:06 am: Te vistes con unos vaqueros oscuros, una camiseta blanca y un jersey gris. Te lavas los dientes, te echas desodorante. No te peinas. Te pones los zapatos y el abrigo. Coges la cartera, las llaves, y el móvil.
09:15 am: Coges el autobús. Se te ha olvidado recargar el bono-bus y hace pi-pi.pi cuando la pasas por el lector Te enfadas. Pagas el billete. Te toca ir de pie.
09:30 am-17:00 pm: Trabajas. No tienes pausa para comer.
17:00 pm: Vuelves andando a casa porque tienes que ir al supermercado. Compras una barra de pan, compras jamón york, compras yogures, compras Colacao, compras un pack de 4 paquetes de galletas María.
18:30 pm: Llegas a casa. El perro llora detrás de puerta. Dejas la bolsa de la compra. Le pones la correa y lo bajas a mear. Hace caca. No tienes bolsitas. Te enfadas y lo recoges con un trozo de papel que has encontrado tirado en la calle.
18:35 pm: Compras una palmera de chocolate en una máquina expendedora. Te la vas comiendo de camino a casa. Te manchas mucho porque el hojaldre se deshace mucho. Te da igual.
18:45 pm: Llegas a casa y te preparas un bocadillo de jamon york. Luego te preparas otro. Te acabas la barra. Te tomas un Colacao frío con galletas. Acabas haciendo un puré de galletas como el que se toman los bebés.
18:45 pm-19:30 pm: Miras cosas por Internet con la tele de fondo.
19:31 pm: Coges la mochila con las cosas de la piscina porque te han dicho que para el dolor de espalda es muy muy muy muy bueno nadar.
19:32 pm: Vas a piscina.
19:52 pm-20:45 pm: Nadas.
20:46 pm: Te metes en la sauna. Sudas.
21:00 pm: Sales de la sauna. Te duchas en las duchas del vestuario.
21:35 pm: Llegas a casa. Te pones el pijama. Te haces una tortilla de atún en lata y 2 huevos.
21:40 pm: Cenas mirando cosas por Internet con la tele de fondo. Te tomas otro Colacao pero sin galletas.
22:05 pm: Te pones el último capítulo de Mad Men. Ves series descargadas ilegalmente. A veces piensas en dejar de hacerlo, pero en el fondo te da igual.
23:05 pm: Le pones la cena al perro. Friegas los cacharros y los dejas en el escurridor. El escurridor está lleno de cacharros que vas apilando cuidadosamente para que no se caigan.
23:20 pm: Te pones los pantalones del chandal y un abrigo encima de la parte de arriba del pijama. Unos calcetines y los playeros, y sales con el perro a que mee.
23:40 pm: Vuelves a casa. Te pones los pantalones del chandal.
23:45 pm: Te lavas los dientes. Cierras las persianas de la habitación. Cierras la puerta como si alguien fuese a entrar por la noche. Enciendes la luz de la lámpara de la mesita. Lees un libro cualquiera.
00:30 am: Miras tus mensajes de Whatsapp. Miras las fotos nuevas de Instagram y las actualizaciones de Facebook y Twitter. Te duermes.


domingo, 13 de julio de 2014

Vidas de mierda

A nadie le interesan tus 300 putas fotos de vacaciones en Facebook. Te crees mejor que el resto y eres otra cucaracha mas. Yo sé lo que hiciste. Sé lo que hicisteis todos.Todos tenéís vidas de mierda.



Tú te has ido de vacaciones a Londres tres horas después de haber abortado sola en el baño de una amiga. No le has contado a nadie que estabas embarazada, has ido a una clínica y te has metido por la vagina dos pastillas. Pero mientras abortabas llorabas y gritabas diciendo "Mi bebé, mi bebé". Ahora sonríes delante del Big Ben. Eres repulsiva.

Tú estás haciendo surf por las playas de Hawai con tu novia de hace 10 años. A ella ni siquiera le gusta el surf, pero eres el amor de su vida. Sonreís, os hacéis selfies con puestas de sol al fondo. Vivís en ciudades diferentes, y cuando no estáis juntos llamas a los números de teléfono de contactos del periódico, o vas a puticlubs a que las putas te la chupen. Ni siquiera te sientes culpable, eres una rata rastrera.

Tú te has ido a un hotel de la Riviera Maya con tus mejores amigas. Subís fotos bebiendo copazos de colores en copas de colores dentro de la piscina. Os lo estáis pasando taaaaaan guai. Estáis taaaaaan morenas. Lo que nadie sabe es que le miras las tetas a una de ellas cuando os cambiáis en el hotel. Las tiene blancas, como tú, y te ponen mucho. La verdad es que llevas bastante tiempo enamorada de ella, pero nunca lo dirás, te casarás por la iglesia y tendrás dos hijos. Menuda vida de mierda que llevas, bollera.

Tú te has ido a Brasil a ver el Mundial de fútbol. Has subido una foto con la bandera pintada en la cara. En realidad no tenías tantas ganas de ir, pero lo has exagerado porque no querías pasar tu mes de vacaciones con tu familia, aguantando a tus hermanos, padres y sobrinos. Te avergüenzas de ellos. Eres un mierdas.

Tú has ido con tus amigos a una mierda de Festival de música. Salís todos bebiendo calimocho, lleváis gafas de sol muy modernas, pulseritas de colores en las muñecas, y diademas de flores. Tu siempre llevas camisetas de manga larga, dices que estás destemplada, que quizá te estés poniendo enferma. En realidad las llevas porque te haces cortes en el brazo con una cuchilla de afeitar. Tus brazos están llenos de marcas moradas y rojizas. Mientras te hacen otra foto estás deseando ir al baño portátil a cortarte con la cuchilla que te has metido en el bolsillo de los shorts. Te da igual que el baño huela a mierda porque tu vida ya es una mierda.

jueves, 3 de julio de 2014

Apuntes

En una cena de excompañeros de clase, gente ya adulta de 40 años, que hace 20 que no se ve, se reproduce exactamente la misma dinámica, el mismo ambiente que había cuando esa gente eran compañeros de clase. Todo es exactamente igual que entonces y parece que no haya pasado el tiempo. Es todo tan igual que hasta hay un tío ahí sentado con los demás que nadie sabe quién es, es uno nuevo, hay uno nuevo en clase.
Hay pocas cosas que odie más que cuando la gente te ve solo y reacciona como si eso constituyese un problema para ellos. Que estés solo les molesta. Como la irritación que causan os pasajeros que viajan de pie en el tren mientras tú estás sentado, como si estuvieran de pie solo para hacerte sentir mal. A veces incluso hay algunos asientos disponibles, mitades de asiento entre hombres con las piernas separadas que no se sientan, siguen de pie delante de ti y parecen exhaustos y abatidos y hacen que te sientas fatal por ir sentado. Con la soledad ocurre lo mismo, ofende a la vista. Incluso los llamados santos, como la Madre Teresa, me fastidian. En ciertos aspectos era tan ambiciosa como cualquiera que quiera estar en la cumbre de su profesión. La Madre Teresa quería ser la mejor santa, así que hizo las cosas más repugnantes que podía hacer y sí, ya se que ayudó a la gente y alivió su sufrimiento, no digo que eso sea malo solo digo que a mi modo de ver era tan egoísta y ambiciosa como cualquiera. El problema que comporta esta manera de pensar es que para evitar la ambición y el egoísmo no deberías hacer absolutamente nada: ni malas ni buenas acciones. No hagas nada, no te atrevas a interferir en el mundo. Sé que esto prácticamente no tiene sentido, pero es lo que pensé cuando se sentó en mi mesa.

Mientras conducía pensaba en "¡ay la madre!", pensaba que es una expresión que nunca había usado y que, quizás, en el futuro, si se daba la ocasión, podría plantearse usar. En éstas no ve a un niño que cruza la calle y lo atropella mortalmente, y de una forma precipitada, en una décima de segundo, sin tiempo para pensarloy confundido en el horror, decide colocar ahí su primer "¡ay la madre!".
Luego, íntimamente, se siente más culpable por haberse permitido esa frivolidad que por el propio atropello.
...
 Le despertó el intenso sonido de la sirena de una ambulancia que circulaba por la calle. Pensó que parecía grave. Lo pensó porque la sirena sonaba muy fuerte, como si las ambulancias subieran el volumen cuando la cosa pinta mal, cuando pinta cadáver, cómo si al conductor le gustara dar un poco de información al exterior por esa vía. No, lo que pasa es que la sirena no deja de ser la representación del grito del enfermo que hay dentro. La ambulancia hace de caja de resonancia de la desgracia del pobre moribundo. En el futuro usarán los gemidos del enfermo como sirena, los emitirán en directo por unos altavoces instalados en el techo. Ya lo veréis, está a la vuelta de la esquina, está viniendo, la ambulancia, viene a toda prisa. Quizás, quién sabe, quizás la prueben con vosotros, ja ja, quizás os pasa algo grave lo suficientemente en el futuro como para que la estrenéis.

...

jueves, 27 de marzo de 2014

Homicidio: el entorno vecinal.

El segundo caso incide en el mismo problema de aprovechamiento de recursos, pero relacionado con una disputa sobre la propiedad de un trozo de terreno minúsculo. Las riñas por este motivo han sido frecuentes, lo cual motiva que ciertos vecinos "no se hablen" entre sí. Sin embargo, lo interesante de este caso, es el tiempo transcurrido entre el enfrentamiento y la comisión del intento de homicidio. está referido por un pariente directo de la víctima, por lo que se observará cierta subjetividad en la descripción:

Bueno, ellos en realidad... mira, había 14 años que riñesen. Bueno, 14... fosen 15 o 16. yo, fijo los años que había, non sé. Y el enfado due por un pedazo de prao que quería él (el homicida) aprovechar. Era como si nosotros quisiéramos quitar un cacho de un prao. Pues decían: "Ye mío" y "Non ye". Era un pedazo con artos y bedules (abedules), en el fondo de un prao y quería él aprovecharlo pa sembrar, ¡nada!, porque aquello sólo servía para que el que tenía el prao sacara toda aquella basura p'abajo, pa ná mas. Ya iba unos años que cortara los artos y el mi padre fue a una finca que teníamos mas allá y dijoselo, que ¿quién era él pa cortar los hartos ahí? Y él dijo que nada le importaba, que (ese trozo) era d'él. Y bajóse al camín y fue contra mi padre con la azada. Y fuese mio padre y agarrólo y tirólo al suelo. Mi padre no le pegara mas que tirarle al suelo; (dijo) que lo dejaba u no le pegaba más porque era un viejo. (Después) con mi madre y con nos se hablaba pero con mio padre nunca se habló, pasaba por el lao y nada. Yo era una nena y le falaba. No, el caso es que mira, íbamos a curear el ganado y siempre nos decía el mio padre -y eso que no se falaban, ¿eh?-: "Amenad el ganado de X, que él es un viejo, y traed las ovejas".

Alrededor de 15 años después de este incidente, se produce la agresión que a continuación cito; obsérvese las precauciones que toma el homicida para no ser reconocido:

Y depués de 14 años mi padre fue a una feria. Cuando llegó (a la braña) venía liando un cigarro, y a llegó a la esquina de la casa. No lo tiró, dióle un garrotazo y no lo tiró. Agarróse a él y entós due cuando le metío el cuchillo. Cuando (mi padre) lo conoció, que él cuando vía que le diera la puñalada y que caía, empezó a decir que le mataba X, que le mataba X. Porque nadie le daba la culpa si no lo cogen. Porque en la casa donde estaba él (el homicida) había dos primas nuesas esfoyando maíz, y a sabían que por la puerta no saliera... ¡que salió por la ventana! Pero mi padre le conoció, que estaba vestido como un vecín que había pocos días que tuviera unas palabras, ¡nada!, por los perros que se amarraran.

Ante el ruido, varios vecinos de la braña acuden al lugar de la agresión auxiliando al herido que es trasladado a su casa, mientras se marchan a avisar al médico y a la "justicia". El suceso conmociona la braña:

Cuando lo subían a casa encima de unas escaladas, de unos palos como esos que sirven pa colgar los cerdos, a la mía madre no la dejaron ver. Y a después, ¿sabes lo que le decían los guardias (al homicida)?: "mire lo que va p'ahí, mira lo que vai y lo que queda en casa". Y él contestó; "La pena es porque no me lo tchevo por delante", así mismo, quince años después, yo no sé como le daba la ira después de quince años. Todos los hombres del pueblo lloraban cuando le vieron salir de casa, al otro día por la mañana, p'al hospital. ¿Como no iban a llorar? (solloza ella). Ver que quedábamos...uno (de los hijos de la víctima) tenía quince meses, el mas pequeñín, quedábamos nueve todos iguales... quedábamos. Cortárale tres tripas, tres operaciones fixéronle. Luego, diéronle el alta, pero al salir no andaba.

Con las primeras diligencias legales, los parientes del agresor se ponen en contacto con los familiares del agredido para intentar lograr un veredicto menos severo, gestiones que no dieron resultado. Ante esta situación, el frustrado homicida comete suicidio:

Él (el agresor) estuvo en el pueblo hasta que lo llamaron a juicio. Si aún seguía con la idea. Una noche que iba él con Y y cruzóse con el mio padre, creo que dijera: "¿Quién es ése que va p'allá...? ¿No e Fulano?, ¡qué lástima, qué ocasiones!". Él, el afán d'él era matarlo. Y el la villa querían arreglarlo, que fuera en riña y discusión. Y entre todos marearon a un tío que teníamos en Madrid pa que le perdonaran. Claro, porque si fueran en riña y discusión él quedaba limpio. Tú fíjate como se pondría que no lo mató, y sin matarlo ni nada, salióle cadena perpetua. Y, a luego, tuvo que colgarse en un pajar retirao.


La muerte y otros mundos. Enfermedad, suicidio, muerte y más allá entre los vaqueiros de alzada.
María Cátedra.

martes, 25 de febrero de 2014

La historia del viejo Jackson y las ovejas.

El Viejo Jackson era contable o algo, ganaba un sueldo pequeño y tenía una gran familia que alimentar, y quería mejorar su situación con el mínimo esfuerzo, como quiere naturalmente cualquier descendiente de una antigua y respetada familia sureña, y se le ocurrió emplear un poco de sus tierras en las ciénagas de Luisiana para criar ovejas. Se había dado cuenta de la rapidez con la que crece la vegetación en los árboles de las tierras pantanosas, y pensó que la lana debía crecer igual si la oveja se criaba en un pantano. Así que dejó su trabajo de contable y cogió un poco de tierra en las ciénagas del río Tchufuncta y lo llenó de ovejas, gracias al dinero que el tío de su mujer, miembro de una vieja familia aristocrática de Tennessee que se dedicaba a la venta ilegal de alcohol, les había dejado.

Pero las ovejas empezaron a ahogarse inmediatamente, así que hizo cinturones salvavidas para ellas con las barricas de madera que habían formado parte de la herencia de ese tío de Tennessee: de esta forma, cuando las ovejas se metían en el agua flotaban hasta que la corriente volvía a llevarlas a tierra. La cosa funcionó bien, pero las ovejas siguieron desapareciendo: es decir, las hembras y los corderos. Entonces descubrieron que los caimanes se las estaban llevando. Así que hizo una imitación de los cuernos de un carnero con madera, y ató un par a cada oveja y a cada cordero que nacía. Y eso redujo sus pérdidas debidas a los caimanes a un mínimo prácticamente insignificante. Parecía que la carne de los carneros era demasiado repugnante, incluso para los caimanes.


Al cabo de un tiempo los salvavidas se gastaron, pero para entonces las ovejas habían aprendido a nadar bastante bien, y el Viejo Jackson decidió que no merecía la pena poner mas salvavidas. La cosa es que las ovejas le habían cogido afición al gua: la primera generación de corderos solo salía del agua a la hora de comer, y cuando llegó el esquileo, el viejo y sus chicos tuvieron que reunir el ganado con botes.

La siguiente vez que llegó la temporada de esquilar las ovejas, el ganado no salia del agua ni para comer. Así que el viejo y sus chicos tenían que subirse a los botes y poner comederos flotantes en los pantanos para que se alimentaran. Esa generación de corderos también sabía bucear. Nunca vieron ninguno de ellos en tierra: solo veían sus cabezas nadando entre los cenagales.

Finalmente llegó otro esquileo. el Viejo Jackson intentó atrapar una oveja, pero nadaban mas rápido de lo que él y sus chicos remaban, y los corderos se metían debajo del agua y escapaban. Tuvieron que pedir prestada una lancha motora. y cuando por fin agotaron una de esas ovejas y la atraparon y la sacaron del agua, se dieron cuenta de que solo la parte mas alta de su lomo tenía lana. el resto de su cuerpo tenía escamas, como un pescado. Y cuando finalmente atraparon uno de los corderos con un gancho para cazar caimanes, descubrieron que la cola era ancha y plana como la de un castor, y que no tenía patas. Al principio no se dieron cuenta de lo que era. Completamente atrofiado.

El tiempo paso, nunca volvieron a ver la siguiente generación de corderos, Los pájaros se comían la comida que les pudieron, y cuando llegó el siguiente esquileo, no pudieron atrapar ni una con la lancha. Pero sabían que seguían allí, porque de vez en cuando las oían balar de noche en lo más profundo del pantano. A veces atrapaban alguna en las redes con anzuelos para tiburones cebados con maíz, pero no era frecuente.

Mosquitos,
William Faulkner