jueves, 27 de marzo de 2014

Homicidio: el entorno vecinal.

El segundo caso incide en el mismo problema de aprovechamiento de recursos, pero relacionado con una disputa sobre la propiedad de un trozo de terreno minúsculo. Las riñas por este motivo han sido frecuentes, lo cual motiva que ciertos vecinos "no se hablen" entre sí. Sin embargo, lo interesante de este caso, es el tiempo transcurrido entre el enfrentamiento y la comisión del intento de homicidio. está referido por un pariente directo de la víctima, por lo que se observará cierta subjetividad en la descripción:

Bueno, ellos en realidad... mira, había 14 años que riñesen. Bueno, 14... fosen 15 o 16. yo, fijo los años que había, non sé. Y el enfado due por un pedazo de prao que quería él (el homicida) aprovechar. Era como si nosotros quisiéramos quitar un cacho de un prao. Pues decían: "Ye mío" y "Non ye". Era un pedazo con artos y bedules (abedules), en el fondo de un prao y quería él aprovecharlo pa sembrar, ¡nada!, porque aquello sólo servía para que el que tenía el prao sacara toda aquella basura p'abajo, pa ná mas. Ya iba unos años que cortara los artos y el mi padre fue a una finca que teníamos mas allá y dijoselo, que ¿quién era él pa cortar los hartos ahí? Y él dijo que nada le importaba, que (ese trozo) era d'él. Y bajóse al camín y fue contra mi padre con la azada. Y fuese mio padre y agarrólo y tirólo al suelo. Mi padre no le pegara mas que tirarle al suelo; (dijo) que lo dejaba u no le pegaba más porque era un viejo. (Después) con mi madre y con nos se hablaba pero con mio padre nunca se habló, pasaba por el lao y nada. Yo era una nena y le falaba. No, el caso es que mira, íbamos a curear el ganado y siempre nos decía el mio padre -y eso que no se falaban, ¿eh?-: "Amenad el ganado de X, que él es un viejo, y traed las ovejas".

Alrededor de 15 años después de este incidente, se produce la agresión que a continuación cito; obsérvese las precauciones que toma el homicida para no ser reconocido:

Y depués de 14 años mi padre fue a una feria. Cuando llegó (a la braña) venía liando un cigarro, y a llegó a la esquina de la casa. No lo tiró, dióle un garrotazo y no lo tiró. Agarróse a él y entós due cuando le metío el cuchillo. Cuando (mi padre) lo conoció, que él cuando vía que le diera la puñalada y que caía, empezó a decir que le mataba X, que le mataba X. Porque nadie le daba la culpa si no lo cogen. Porque en la casa donde estaba él (el homicida) había dos primas nuesas esfoyando maíz, y a sabían que por la puerta no saliera... ¡que salió por la ventana! Pero mi padre le conoció, que estaba vestido como un vecín que había pocos días que tuviera unas palabras, ¡nada!, por los perros que se amarraran.

Ante el ruido, varios vecinos de la braña acuden al lugar de la agresión auxiliando al herido que es trasladado a su casa, mientras se marchan a avisar al médico y a la "justicia". El suceso conmociona la braña:

Cuando lo subían a casa encima de unas escaladas, de unos palos como esos que sirven pa colgar los cerdos, a la mía madre no la dejaron ver. Y a después, ¿sabes lo que le decían los guardias (al homicida)?: "mire lo que va p'ahí, mira lo que vai y lo que queda en casa". Y él contestó; "La pena es porque no me lo tchevo por delante", así mismo, quince años después, yo no sé como le daba la ira después de quince años. Todos los hombres del pueblo lloraban cuando le vieron salir de casa, al otro día por la mañana, p'al hospital. ¿Como no iban a llorar? (solloza ella). Ver que quedábamos...uno (de los hijos de la víctima) tenía quince meses, el mas pequeñín, quedábamos nueve todos iguales... quedábamos. Cortárale tres tripas, tres operaciones fixéronle. Luego, diéronle el alta, pero al salir no andaba.

Con las primeras diligencias legales, los parientes del agresor se ponen en contacto con los familiares del agredido para intentar lograr un veredicto menos severo, gestiones que no dieron resultado. Ante esta situación, el frustrado homicida comete suicidio:

Él (el agresor) estuvo en el pueblo hasta que lo llamaron a juicio. Si aún seguía con la idea. Una noche que iba él con Y y cruzóse con el mio padre, creo que dijera: "¿Quién es ése que va p'allá...? ¿No e Fulano?, ¡qué lástima, qué ocasiones!". Él, el afán d'él era matarlo. Y el la villa querían arreglarlo, que fuera en riña y discusión. Y entre todos marearon a un tío que teníamos en Madrid pa que le perdonaran. Claro, porque si fueran en riña y discusión él quedaba limpio. Tú fíjate como se pondría que no lo mató, y sin matarlo ni nada, salióle cadena perpetua. Y, a luego, tuvo que colgarse en un pajar retirao.


La muerte y otros mundos. Enfermedad, suicidio, muerte y más allá entre los vaqueiros de alzada.
María Cátedra.